Vida Virtual
Desde hace algunos años, no estar en messenger es reducir tu vida social a, por lo menos, un cuarto.
Y desde hará un añito, no estar en Skype es no hablar intensamente con amigos que se han marchado a otros países.
Existe un hecho irrefutable, y es que dedicamos a hablar más tiempo en messenger con gente que, de facto, vemos más a menudo, que con gente que tenemos muy alejada. Con estos nuestra relación se "reblandece", en el sentido de que, como no compartimos historias, contextos y circunstancias del día a día, nos limitamos a charlar para saber si todo va bien o cuando volveremos a coincidir.
Esto ha sido así siempre. Las relaciones cercanas se han reforzado intensamente con el uso de los messenger. Pero la llegada de Skype, y lo digo desde mi propia experiencia, supone una nueva forma de comunicarse en la red: con aquellos que te quedan más lejos. Al pasar a la voz, las limitaciones y frialdad del messenger se eliminan, la relación se hace más cálida, y eres capaz de contar aspectos, facetas y problemas de tu vida diaria que por messenger te parecerían cansino de relatar. De forma, que, sin predecirlo, Skype te recupera a esos amigos que tenías perdidos en confines más allá de nuestras fronteras, lejos de la cobertura de tu móvil...
Y desde hará un añito, no estar en Skype es no hablar intensamente con amigos que se han marchado a otros países.
Existe un hecho irrefutable, y es que dedicamos a hablar más tiempo en messenger con gente que, de facto, vemos más a menudo, que con gente que tenemos muy alejada. Con estos nuestra relación se "reblandece", en el sentido de que, como no compartimos historias, contextos y circunstancias del día a día, nos limitamos a charlar para saber si todo va bien o cuando volveremos a coincidir.
Esto ha sido así siempre. Las relaciones cercanas se han reforzado intensamente con el uso de los messenger. Pero la llegada de Skype, y lo digo desde mi propia experiencia, supone una nueva forma de comunicarse en la red: con aquellos que te quedan más lejos. Al pasar a la voz, las limitaciones y frialdad del messenger se eliminan, la relación se hace más cálida, y eres capaz de contar aspectos, facetas y problemas de tu vida diaria que por messenger te parecerían cansino de relatar. De forma, que, sin predecirlo, Skype te recupera a esos amigos que tenías perdidos en confines más allá de nuestras fronteras, lejos de la cobertura de tu móvil...
1 Comments:
Aún no me he metido en el Skype (que sí, que me compraré un micrófono), pero lo del messenger es muy curioso. Con algunos de mis compañeros de trabajo hablo casi más por mensajero que de palabra.
Cosas de la intimidad, digo yo.
Xx
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